En los últimos tiempos asistimos a una ola generalizada de defensa de los derechos humanos por parte de toda la población mundial. En el caso de Argentina, es sabido que mucho tiene que ver los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el gobierno de la ultima dictadura militar, que vuelven a salir a la luz promovidos por el gobierno actual, razón por la cual, uno puede llegar a entender el malestar de la población y los consecuentes reclamos de justicia. Ahora bien, si nos apartamos por un momento de los hechos acontecidos en el pasado, y nos ponemos a reflexionar sobre nuestra realidad actual, y vemos como los argentinos hemos sido despojados en la ultima década, de uno de los valores más sensibles en toda sociedad, como es el de la seguridad, no cabe entonces preguntarnos, ¿no será que la inseguridad que hoy reina en nuestras calles es una consecuencia de la falta de limites y de una excesiva defensa de los derechos humanos que tanto el Estado como la sociedad civil le garantiza a cualquier tipo de persona, sin analizar el rol que ocupa en la sociedad? Para muchos, quizás esto pueda sonar un disparate, otros quizás consideren que es un acto de discriminación lo que acabo de expresar, pero lo importante aquí es reflexionar sobre como hemos llegado a este estado de cosas, en donde parecemos asistir al renacimiento del estado salvaje de Rousseau. ¿como sociedad, fomentamos o reprobamos efectivamente, las conductas delictivas? ¿Cual es el concepto que tienen las nuevas generaciones de vivir en democracia? D-E-M-O-S.
